Aquella tarde estaba dando más vueltas que una grupo de gays en una plaza de todos, estaba más aburrida que la pelota de Espinete, estuve pensandolo unas horas y no me lo pensé ni un minuto más, me pillé un billete y me fuí dirección a Granada, yo no se que tiene esa ciudad pero me tiene totalmente enganchada, serán las cañas... las tapitas del bar? No es por nada pero como buena deportista me gusta hacer mi deporte favorito sobre barra firme, para mi el levantamiento de caña requiere una gran concentración, y soy muy fiel a mis dos deportes, uno el sexo a oscuras y dos el tapeo en el bar, creo que soy palillera profesional poligonera (para el que no lo entienda es llevar un palillo en la boca mientras hablas de Rajoy con la peña en el bar, ya sabes la crisis y el paro, porque de religión no hablo que se me duerme la gente).
Estaba de camino de Gijón-Madrid después Madrid-Granada, por el desenbarque que no era directo, el viaje como siempre en bus porque el avión me da mareo las turbulencias, estaba ansiosa por llegar, iba escuchando "Metallica" en mi mp4, porque Alejandro Sanz me pone más tierna que el día de la madre y no era plan, eso me lo pongo para flegar platos o ensayo la canción antes de irme al karaoke para cuando me ponga a cantarla y la gente alucine y diga, "hooooostíasssss con Lunaaaa!!", yo soy así me gusta superarme para no quedarme atrás.
Me puse mis mejores galas porque quería darle una sorpresita a mi ex y plantarme en el hotel donde el trabaja de recepcionista, al llegar a Madrid, eché un pitillo en la estación, volví otra vez al vicio después de dejar el oficio, si no muero de una cosa pues que sea de otra, no? Me tomé un té con limón mientras leía el Marca, no se de deportes pero era el único periodico que estaba en el bar, acabé mi té y me fuí al bus, una vez dentro eché una siestecilla que me duró todo el camino a moco tendido con la boca abierta y la babilla que se me caía por el lado, desperté de un ronquido de una mujer que tenía detrás, eran unos ronquidos tan fuertes que parecía que estaban arrancando una Duccati en mi oreja. Me desperté y me habían puesto encima, el bocadillo, los panchitos y la coca cola, "bien, a papear como dios manda que hacía un hambre que me folleteaba", el viaje se hizo corto, pasé por tierras valencianas, ayyyy.. esas paellas dios mío!! Poco después en dos pipas llegé a mi destino.
Al llegar a la estación de bus de Granada, me trajo muchos recuerdos donde me despedí del único amor de mi vida, en un encuentro de 15 minutos porque aquel día pedí el bus, soy así de despistada, recordé la primera vez que llegé alli para trabajar como escort, que tiempos!! Cogí mi movil y mandé un sms a mi ex para decirle "hoy puede que te de una sorpresa", me llamó pero no le cogí el tlfn para dejarle con el misterio.
Cogí un taxi y me fui dirección al hotel cinco estrellas, él aún no había llegado a su turno pero pregunté por él a un chico que me estaba tomando los datos, "Perdona, mi novio Andrés ha llegado?", "No, él llega a las 22h." Me contestó, le dí las gracias por la información y me fui de compras, para darle una sorpresa, compré un cd de Joaquín Sabina y rosa roja, con una nota que decía "Cuantos besos me perdí por no decirte a tiempo te necesito.." junto a un beso con mi carmin, él no sabía que estaba alli pero se lo dí al recepcionista que muy amable me hizo el favor de darselo junto al numero de habitación donde yo estaba.
Pensé en quitarme las bragas y ponerselas también en la bolsa del Corte Inglés donde iba el cd y demás pero ya era demasiado, y no estabamos a fechas de reyes, pedí la cena, algo ligero, hubira preferido el rabo de mi niño pero aún no había llegado así que pedí un sandwich vegetal, no hacía hambre de comida, solo de sexo salvaje.
Me metí a la ducha, me quedé un buen rato enjabonada para que el jabón de rosas se impregnara el olor en mi piel, me enjuagué, me puse una lencería para matar, una medías con liguero y un tacón alto. Me sentía muy sexy, poco después llamaron suavemente a la puerta, le invité a pasar, era él, se quedó mirandome como si sus ojos se salieran de sus orbitas, no me dijo ninguna palabra, me estampó contra la pared y empezó a besarme, mientras me decía que no se creía que estaba viendome, nos teniamos ganas desde hace tiempo, le deseaba, su polla parecía que iba a romper los pantalones, se restregaba su sexo con el mio y me decía "Mira como me la has puesto, te voy a castigar, perra!!" le pedí que me follase en eso momento pero no podía, el trabajo le reclamaba, no podía dejar de besarme y decirme que me quiere, que me desea, que estaba soñando... soñando creía que estaba yo, por fin le había visto después de casi 2 años haciendome pajas mentales. Esperé mucho tiempo ese momento que por fin llegó.
Como su turno acaba a las 6h. Me puse un bestido de raso y un buen tacón a juego, bajé al mostrador y entregué la llave de mi habitación, "Me voy a la Mae West a tomar una copa, espero verte luego en mi cama". Le dí un beso que parecía no tener fin, sus compañeros que ya le habían preguntado si eramos novios y estuvieron alagandome, se quedaron con cara de panolis al ver la escenita.
Me fuí a tomar una copas y los tíos como buitres no paraban de acercarse, nunca salgo sola, así que al que se acercaba le decía que estaba esperando a unas amigas que estaban en la otra punta de la discoteca.
Yo soy de él y no quería conocer a más nadie, había venido para recuperar mi hombre al coste que fuera. Al llegar al hotel, después de agarrarme un pedo que lo flipas, esa noche estaba de secano y muy humeda de raices. Mi madre siempre me dijo que no hay nada más vulgar que ver una chica borracha, yo no iba borracha iba en mi puto guay, yo siempre le contestaba a mi madre que no hay nada más feo que no hacer la inversión al euro al Vorka con Red Bull, si no salgo a divertirme prefiero ir a la iglesia.
Llegé al hotel y subí hasta la habitación donde estaba mi chico en la ducha, me quité los tacones y me metí tal cual, empezando a besarle, llevé su mano hacia mi coño y le dije "Mira como me has puesto amor", me quitó la ropa, bajó a comer su dulce manjar, "es tuyo nene", el agua de la ducha seguia saliendo, me encantaba como me caía el agua caliente por el cuerpo mientras me practicaban sexo oral, subió a besarme mientras me enjabonaba, que besos!! Quería más, su barba de tres días pinchaba mi boca pero no me molestaba, bajé sesualmente besando su cuello, mordisqueando sus pechos, besando y lamiendo su barriga hasta llegar a su sexo, puse el agua caliente en mi boca un momento, escupí el agua y me metí su polla en la boca, sentí un gemido de puro gusto, su polla es grande, gordita y muy dura, me entraba muy bien hasta la campanilla, después de estar un buen rato haciendole sexo oral, le pedí que se corriera en mi boca y así tragarmelo, pero él quería seguir jugando, salimos de la ducha y empezó a besame más apasionadamente, venía con el plan de tener sexo salvaje y acabamos haciendo el amor, "Metemelá!" acató mi orden, hicimos varias posturas, nos acariciabamos, besabamos y deciamos cosas morbosas, yo estaba en el septimo cielo, probamos todas las posturas, todos los rincones de la habitación, saqué un juguete y me masturbé con el mientras le pedí que me follase el culo, se olia a sexo en el hambiente, sus gemido me ponian más cachonda todavía, "Dame más, más... mas fuerte! Rompeme el culo!!" Me quedaba poco para alcanzar el orgasmo, mi cuerpo temblaba sintiendo calambres, sentía un placer que nadie me lo había dado, de pronto grité "AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHH... DIOSSSSSS ME CORROOOOO.." pocos segundos después mojó mi culo con su corrida, tube un orgasmo de alucinar, pocas veces me había corrido así.
Nos quedamos echando un pitillo, hiciendo tiempo para después de una ducha volver a empezar..
Hasta aqui mi relato, va por ustedes

"Los vicios de sexo no son vicios." J. Sabina.