Es la historia de un hombre que entra en una tasca y bebe cervezas.
Cada vez que termina una caña, saca una foto del bolsillo, la mira y pide otra.
Llevaba ya 4 cañas cuando el camarero, intrigado, le preguntó que porqué después de cada cerveza mira la foto.
El hombre le contestó que era la foto de su mujer y que cuando empezaba a encontrarla guapa comprendía que era hora de irse a casa.