Va una paisana de 90 años al médico con un catarro de 3 pares de cojones y después de mirarla entera le dice el doctor:
- Bueno, señora, no hay de que preocuparse. Va a la farmacia compra estos supositorios y se pone un par de ellos al día durante una semana, ya verá como queda como nueva.
La puretilla compra los supositorios, llega para casa y untando uno en aceite, intenta ponérselo pero no atina, por lo que llama a su nieto y le dice:
- Luisito, mira si me puedes poner este chisme.
Coge Luisito se agacha y ante la visión le suelta a la abuela:
- ah, güelina, ¿métote el supositoriu pol culo o doy de comer al pavo?