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En una gran empresa, el presidente y el vicepresidente, cuyo mayor trabajo en el día a día es tocarse los huevos, le pregunta el primero al segundo.
Vice, si me cepillo a mi mujer ¿es cuestion de placer o de trabajo?
Joder, menuda pregunta, responde el vicepresidente, no tengo ni puta idea.
Pues tienes una hora para que me des la respuesta.
El vicepresidente llama al vicepresidente adjunto, quien además de tocarse los huevos, en ocasiones tambien se toca la polla y le pregunta:
Si nuestro amado presidente se folla a su mujer ¿es cuestion de trabajo o de placer?
Este, no sabe que responder, a lo que el vicepresidente le dice que tiene 50 minutos para responder.
La pregunta va descendiendo, según la estructura jerárquica de la empresa, hasta que llega al jefe de sección, por supuesto que su máxima era, tócate los huevos hoy, no lo dejes para mañana.
Con no muy buenos modales, le pregunta al becario recién incorporado y con la mesa tan llena de trabajo que apenas se le podía ver tras ella.
A ver becario, si nuestro querido presidente se folla a su mujer, ¿eso es trabajo o placer?, tienes 5 minutos para responder.
El becario, sin dudar respondió, PLACER.
El jefe de sección atónito por la rapidez y seguridad con que el becario respondió, le dijo:
¿Como estás tan seguro?
Coño, porque si fuera algo de trabajo, me la estaria follando yo.

Este mañana tengo que contalo a los becarios/as que tan en mi fabrica

LANZADERA escribió:Este mañana tengo que contalo a los becarios/as que tan en mi fabrica

Lanzadera:
Pero............¿tu yes de los que curres o de los que se toquen los huevos?.

Procuro tocame los huevos todo lo que puedo,
pero no me queda otro remedio que curar ,

Aunque en alguna ocasion y en otros trabajos hubo que mandar alguno pa casa por tocase los huevos demasiado

Pues en otra gran empresa uno de sus jovenes fichajes estrella se ausentaba todos los días 3 horas cada mediodía

Ya intrigado, el jefe decide contratar a un detective que lo siga y le informe de lo que hace, el detective cumple su trabajo y al cabo de unos días vuelve a informar al jefe

Martínez todas las mañanas coge su coche, va a su casa, le hace el amor a su mujer, luego se toma una estupenda comida y vuelve al trabajo

El jefe suspira aliviado y dice: menos mal que no está metido en nada malo

El detective le mira y dice: señor ¿puedo tutearle?

El jefe, sorprendido, le dice: sí, por supuesto

El detective dice: te repito, Martínez todas las mañanas coge tu coche, va a tu casa, le hace el amor a tu mujer, luego se toma una estupenda comida y vuelve al trabajo