- A ver cuénteme su versión de los hechos – Dice el juez.
- Verá, estaba yo en la cocina con el cuchillo de cortar jamón. En esto que entra mi mujer, tropieza, cae sobre el cuchillo y se lo clava en el pecho.
- Ya – Dice el juez – Siga…
- Pues así, hasta siete veces.