Esto va de una tía despampanante con 22 añitos que pretende triunfar rápido en la vida, por lo que decide casarse con un abuelete millonario de 90 años y matarlo a polvos en la noche de boda.
En esto que llega el momento y la tía está esperando en la cama para finiquitar al anciano con su entrepierna asesina. La jaca que sigue esperando y el pureta que no sale del baño.
De repente, sale el abuelete en pelota picada, con la polla tiesa como un mástil, con el condón ya puesto y con 2 tapones en los oidos y una pinza en la nariz. La tía sorpredida le pide explicaciones de por qué tiene esa pinta, a lo que el viejo responde con rotundidad:
-¡Mira tía, hay 2 cosas que nunca he podido soportar, una es escuchar a las tías gemir de placer como si fuesen unas perras durante toda una noche y la otra es el olor a goma quemada!