Se abren las puertas del ascensor y uno de ellos se baja, pero antes que la puerta se cierre, señala con su dedo índice al otro hombre que se ha quedado en interior del ascensor. Sorprendido e indignado, el hombre dentro del ascensor le replica inmpetuosamente: "¿¿Yo?? No, yo no he sido". Acompañando de un gesto de negación, el hombre fuera del ascensor le responde: "No, no digo que hayas sido tú, digo que era para ti..."
