Dos cazadores van por el bosque y uno de ellos de pronto se desploma y parece que ya no respira.
El otro llama por teléfono al número de emergencias y pregunta:
-Mi amigo está muerto, ¿qué debo hacer?
-Tranquilo, le responde el hombre al otro lado de la línea. Primero tenemos que saber con seguridad si está muerto. Se produce un silencio.
Y luego se escucha un tiro. El cazador vuelve a tomar el teléfono móvil:
-Muy bien, ya está, ¿y ahora?”