Era el dia de reyes – esa noche que todos los niños reciben sus regalos por haberse comportado bien durante todo el año – y el rey Melchor recibió una carta de una chica de 18 años.
En esa noche que se pone a repartir los regalos, llegó a la casa de dicha chica, pasó a la habitación de ella y se metió directo en su cama.
Ella gritó:
- ¡Aaaah! Melchor, ¡¡yo te pedí un Volvo no un polvo!!